LOS DOS SE QUEDARON EN SILENCIO

Sonó su teléfono:

- ¿Sí? 

-Hola…

-Ah ¡hola! Dime, dime.

-Pues veras, necesito hablar contigo…

-Tú dirás.

-Es que... prefiero decírtelo cara a cara… es algo personal.

- Bueno, puedes decírmelo por aquí.

-No. Prefiero contártelo en persona... he hecho algo horrible...

-¡Me estás asustando! Dime sobre que trata lo que has hecho.

- Es algo malo, malo para ti pero sobre todo, malo para mí.

- A ver, cuéntame...

- He hecho algo posiblemente equivocado, me ha pasado algo que nunca me tendría que haber sucedido... algo por lo cual te sentirás muy raro conmigo, será como si no me conocieras y tal vez incluso dejes de hablarme...

-¿Pero qué dices? ¡Eso nunca va a pasar! ¡Yo nunca voy a dejar de hablarte por nada del mundo! eres mi mejor amiga... ¿cómo quieres que te deje de lado? Venga va, no seas tonta anda...

- ("Mejor amiga..." pensó mientras hacía un fuerte suspiro)

- ¿Estás ahí?

-Sí, sí…

-Va, ¡cuéntame ya lo que te pasa!

- Por favor, en persona...

-Vale, ahora bajo, quedamos en 10 minutos en el banco de siempre.

-Vale... gracias y por favor, después de que te lo cuente, no dejes de hablarme…

-Lo prometo…

15 minutos más tarde…

-¡Hola!

-Hola…

 (Dos besos)

-¿Qué tal?

-Bueno… he estado mejor. ¿Y tú?

- Pues preocupado por ti… ¿Qué es eso tan malo que has hecho?

- ¿Seguro que quieres que te lo diga?

-¡Que si…! Va, dímelo ya, en serio…

-Vale, pero recuerda que antes me has prometido que no dejarías de hablarme eh…

- Si, lo he prometido y te lo vuelvo a prometer: Te prometo que no dejaré de hablarte después de que me digas lo que has hecho…

- Me he enamorado de ti.

(Los dos se quedaron en silencio)