Y allí estábamos los dos, uno enfrente del
otro. Agarrados de la mano. Me sonreíste y de seguida me puse colorada. Te sonreí
y te acercaste aún más. Me apartaste el pelo de la cara y me dijiste al oído: "Te quiero, princesa". Mi piel se erizó. De repente un escalofrío
recorrió todo mi cuerpo y en mi estómago volaban aquellas llamadas "mariposas".
Fuiste bajando hasta el cuello y lo besaste apasionadamente. Después subiste
hacia mi boca y nuestros labios se juntaron lentamente. Despacio, muy despacio, nuestras lenguas se fueron uniendo, tocándose descarada y dulcemente.
Así fue como poco a poco me fuiste
demostrando que realmente estaba enamorada de ti.
Jo que bonita la entrada, es un momento realmente precioso, de esos que todos queremos tener con esa persona.
ResponderEliminarBesos me ha encantado:) pasate por mi blog si quieres
Graciaaaas! Si, realmente todas hemos deseado alguna vez estaar en esa situacion *-* jejeejeje
Eliminarara me pasooo!
Un muaaaacck!:3